Vuelta al cole...

Querida peke de alma...

Hace 32 años, tu abuela Luisa hizo esta fotografía en la azotea del edificio donde vivíamos.

Quedaban horas para mi primer dia de cole, y mi madre quiso inmortalizarlo, entre ropa tendida, un cielo azul y blanco de septiembre, y la sonrisa de una niña de 4 años que no sabía que aquel día, pondría el pie por primera vez en un aula y ya nunca más podría separarse de ella...

Ahora, todos esos años después que suenan a muchos, es sorprendente ver, como en ese sentido, todo ha cambiado muy poco...

Recuerdo que como casi todos los niños, estrenaba mi cartera, el baby, los calcetines, los zapatos y la ropa que iba debajo...

Recuerdo las recomendaciones de mis padres: estudia, escucha, hazle caso a tu maestra, se buena...y disfruta...

Y yo disfruté. Vaya si disfruté. Siempre voy a recordar mis años de colegio como algo especial. Cada mañana cuando mi madre venía a despertarme con el beso de rigor, todo me parecía genial...me levantaba feliz, desayunaba feliz mi cola-cao con galletas, recogía mis cosas, le daba la mano a mi madre, escuchaba gruñir a mi hermana que en su adolescencia (me lleva 9 años...) no quería llevarme al cole (la edad del pavo y una hermana pequeña no van bien...) y mi madre sonreía y la dejaba ir por delante nuestra con sus amigas, mientras yo apretaba bien fuerte su mano y ella de vez en cuando paraba para apretarme los lazos del pelo, o ponerme bien la cartera o simplemente, darme un beso...

Llegábamos al cole, y contentísima me despedía en la puerta, le decía un hasta luego, y saludaba a la portera. Corría hacia mi patio de recreo, saludaba a mis amigos y me ponía en la fila. Luego, se sucedían las rutinas de estudios y recreos, de risas y complicidad...hasta que de nuevo tenia que volver a casa a comer y de vuelta al cole por la tarde otra vez...

Durante todos los años de colegio, instituto, universidad y estudio siempre me he levantado feliz. Siempre he creido que ese era mi lugar. Siempre he creido que la educación es la llave que abre la puerta del futuro. Y cuando digo educación, no me refiero a que todos debamos ser ingenieros o abogados, a los padres de mis alumnos siempre les repito, que el día de mañana, ellos serán lo quieran ser, porque en este mundo nuestro todas las profesiones son absolutamente válidas, desde la más humilde hasta la más alta, todas tienen la misma responsabilidad: hacer girar el mundo en el sentido correcto.

Pero los años de colegio son una "escuela" para mucho más...compartirán, reirán, llorarán, se enamorarán, harán amistades para siempre, otras quedarán en el recuerdo, se harán confidencias, descubrirán nuevas experiencias, y verán que hay todo un mundo abierto de par en par esperándoles...

Siempre les pido a los padres en la primera reunión del cole dos cosas: que respeten mis decisiones, y que los problemas del cole se quedan en el cole porque los resolvemos los niños y yo. Me sabe fatal que dos niños que han discutido y a los 5 segundos se han perdonado, al contárselo a sus padres, éstos lo lleven al terreno equivocado. Porque los adultos somo muchos más exagerados que los niños. Y llegan a no hablarse. Y lo que es peor, a pedirle a sus hijos o a mí, que los separe...cuando los niños ya se han perdonado hace siglos....

Tengo la inmensa suerte que en los 15 años que llevo trabajando, esa decisión siempre ha sido respetada. Y tengo la suerte igualmente de haber tenido en cada promoción, padres estupendos que en muchos casos han llegado a convertirse en amigos también, teniendo en cuenta, que sus hijos se pasarán mínimo 9 años juntos...

Así que pasadomañana, cuando los pekes lleguen al cole, yo soy la primera que se como se sentirán...lo he vivido...cuando baje a la fila, sentiré una vez más sus abrazos, sus besos (lo siento por la gripe A, ¿pero quién se resiste a ese beso después del verano?...), sus conversaciones en tropel, sus risas, sus aventuras veraniegas, sus proyectos, sus novedades...sus vidas por unos instantes en mis manos...

Descubrirán la clase de nuevo (cada año pongo los muebles en un sitio para que nunca esté igual...), olerán las hojas de los libros que destilan ese aroma a nuevo, en su infinita ternura se compadecerán de los más pequeños del cole si han llegado llorando...(ya ves, a sus 5 años, son los mayores de Infantil...), me pedirán una y mil veces que si en el recreo alguien les puede "prestar" a un pequeño para pasearlo...y en sus miradas volveré a ver la ilusión de la niñez, la ilusión por todo un mundo por aprender y descubrir, la ilusión del futuro...y me sentiré una vez más, la persona más privilegiada del mundo, por poder acompañarles un año más (el último que estarán conmigo antes de pasar a 1ª de Primaria) en su aventura de aprender, en el sitio más bonito del mundo: su cole, mi cole.

Querida peke del alma, no sabes cuanto deseo, vivir a través de tí, todo lo que ahora vivo a través de mis niños. Esos 23 seres fantásticos, que cada día me recuerdan porqué ser seño, es la profesión más bonita del mundo mundial.

Te quiero con toda el alma...

PD: Lola, Sete, Patricia, Lidia, Isabel, Ana, Yolanda, Triana, María, Antonio, Carlos J., Carlos M., Miguel A., Ángel, Marco, Gonzalo, Iván, Daniel, Manuel, Jorge, José A., David y Andrés...tenemos 10 meses por delante para escribir una nueva historia llena de aventuras...¿¿empezamos??