Privatizar el blog

Queridos amigos:

A veces hay que tomar decisiones que cuestan trabajo asumir.

Durante muchísimo tiempo, este blog, público y abierto a todos, me ha acompañado en todos los momentos de la espera.

Pero ahora necesitamos cambiar de registro. Quizás porque con el tiempo, nos vamos volviendo más reservados, los sentimientos se van haciendo más profundos y la necesidad de expresarlos, más íntima.

Como bien decía mi amiga Xelo de En Busca de un Sueño, tomar esta decisión no es fácil, pero también es cierto que no somos imprescindibles ni dejaremos un hueco que no se pueda ocupar.

Cuando comenzamos con todo esto, blog no había muchos, yo creo que nos conocíamos todos, y era como una pequeña familia.

El tiempo y los recursos han hecho que esta familia sea cada vez más grande, más rica en aportaciones y más amplia en informaciones.

Por eso creo que es nuestro momento de volver un poco a la sombra. Hay que dar paso a lo nuevo y nosotros necesitamos este "retiro espiritual" que aún nos espera hasta alcanzar nuestro sueño.

No encuentro palabras para daros las gracias, por todo lo que habéis significado en nuestras vidas durante tanto tiempo, sólo puedo abrir mi corazón y agradeceros cada paso que habéis dado a nuestro lado, cada palabra, cada sentimiento, cada aliento de ánimo, cada mensaje...tanto y tanto cariño acumulado al otro lado de nuestra pantalla...

Hoy empieza una nueva etapa, la vida al fin y al cabo es eso, la sucesión de etapas que comienzan y terminan, y por eso es más interesante, porque nunca jamás deja de ser rutinaria ni de darnos sorpresas de un día para otro.

Siempre os llevaremos en nuestro corazón, y nuestra hija lo leerá todo un día y sabrá como fue esperada, querida y soñada, no sólo por nosotros, sino por todos los que a su lado, habéis caminado durante tanto tiempo.

Gracias compañeros, por todo.

Me despido de todos vosotros con los versos de Machado que tanto me gustan...

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar...

Gracias y hasta siempre...