jueves, 5 de junio de 2008

Blanco y Negro...



Querida peke del alma:
Me acabo de dar cuenta, que hasta el día de hoy, no te había contado nada en nuestro diario, sobre el racismo. Y sin embargo es un tema que debemos tocar, yo para sacar lo que llevo dentro, tú para escuchar lo que un día te contaré de mi propia voz una y mil veces hasta que te quede claro.
Hace unos días, una amiga estupenda, comentaba en un foro, como lamentablemente su hija, nacida en México, había tenido que soportar por primera vez en su vida, la estupidez humana en su forma más tonta: el racismo.
De los muchos defectos que el ser humano acumula, es uno de los más tontos. Lo malo es que, también es uno de los que más daño puede hacer.
Como profesora de un centro público, he tenido la suerte de que por mis manos hayan pasado alumnos de muchas nacionalidades: marroquíes, chinos, uruguayos, una francesita, rumanos y numerosos alumnos de etnia gitana.
Cuando un niño llega a tus manos sintiéndose diferente, la aprimera y más absoluta de sus prioridades es que deje de pensar sólo en lo diferente que es, que por otro lado debe ser un motivo para que se sienta orgulloso, y descubra la cantidad de cosas que le hacen semejantes con el resto de sus compañeros y con todos los habitantes del mundo.
Los niños terminan convencídisimos rápidamente. Nos observamos, nos miramos y vemos como todos tenemos dos ojos, dos orejas, una nariz, una cabeza, dos brazos, un cuerpo... y así sucesivamente. Observamos que a pesar de tener los ojos o el pelo de diferente color, o la piel en este caso, tenemos más cosas en común que diferentes.
Pero sobre todo, descubrimos que tenemos un único corazón, del mismo color para todos, vengan de donde vengan. Corazón que yo insisto que en que usen para guardar las cosas que de verdad merecen la pena y no las tonterías que no sirven para nada.
Y mis pekes del cole, dan lecciones de igualdad. Los padres se sorprenden. Aún recuerdo cuando tenía a Yi Xiang, mi alumno chino, sin saber ni "papa" de castellano, y como cuando sus padres decían en la fila "que gracioso, un chinito", ellos les respondía "no se llama chinito mami, se llama Yi Xiang y ha venido de china, y es igualito que todos nosotros, ¿no lo ves?".
Los padres enmudecían. Alguno fue más lejos. Una niña le dijo a su madre "que no le digas más "chinito", que tu no me dices a mí "andalucita", joé mamá..."
Aunque lo de decir chinito sea lo de menos. Porque muchas personas lo decían con todo el cariño y la educación del mundo. Se nota cuando lo acompaña el tono peyorativo.
Y luego la sociedad se pregunta, que como niños que lo han compartido todo en infantil, que están absolutamente seguros de que son iguales, pueden llegar a rayar en la crueldad más absoluta años después con los mismos compañeros.
Y ahí viene la raiz del problema. Los prejuicios. Los niños son como algodoncitos. Se empapan de nuestras palabras, las absorven, las guardan. Tanto lo bueno como lo malo, desgraciadamente. Y su entorno se vuelve diferente. A veces, a esos padres que tanta gracia les hacía el "chinito" cuando pequeño, ahora de grande ya es el "chino del restaurante" y no puede ser compañero de sus hijos. Y comienza el acentito peyorativo. Y los niños lo perciben. Y como algodoncitos que son, siguen absorviendo y guardando. Y luego, lo emplean.
Yo no digo que los padres sean sólo los culpables del comportamiento de sus hijos. Es el entorno, la sociedad en general, los prejuicios, incluso los miedos y temores a lo desconocido, a salirse de la norma, a no continuar los cánones y tradiciones establecidas.
Y yo me río del racismo. Blanco o negro, o amarillo o verde, o rojo, o azúl, los colores son la luz de nuestra vida, iluminan nuestro mundo que sería inmensamente aburrido si tuviese el mismo color para todos.
Si soy capaz de emocionarme con un rojo atardecer, con el azul infinito del cielo, con la blanca luz de un rayo de sol, con el verde de un campo empapado tras la gris lluvia, ¿¿cómo no voy a emocionarme con una persona, con un ser humano, que es de otro color diferente al mio??.
Yo me muero por abrazarte a tí, mi carita de luna, con tus ojitos de sandía, con tu pelo negro como la noche, con tu piel dorada. Y en el cole me como a besos a todos los niños por igual, y ellos hacen lo mismo. Y son inmensamente felices. Y se cuidan. Y dan lecciones de humanidad y de amor que ya quisieran muchos poder aprender algún día.
Por eso siento una infinita pena cuando esos mismos niños hacen daño a los que tanto querían. Por eso lucho con uñas y dientes "educando" en la medida que está en mi mano a sus padres par que aprendan a no esconder miedos y prejuicios detrás del racismo.
Les grito a los cuatro vientos que mi niña del alma, lo que más voy a querer en el mundo, llegará desde la lejana y milenaria China. Y aunque más de uno sigue empeñado en que me encomiende a San Ramón Nonato (patrón de las embarazadas), muchos han aprendido a quererte sin conocerte. Y eso, en un pueblo pequeñito, es un paso adelante.
Peke del alma, un día ojalá que no tengamos que luchar juntas contra esta estupidez. Pero si llega la hora de hacerlo, lo haremos. Y te aseguro que ganaremos la batalla, porque como suele suceder en todas las guerras, nuestros enemigos son, pocos y cobardes.
Y desde aquí aprovecho para mandar toda mi admiración y cariño a todos esos padres, que sin tener un embarazo del alma, siembran en los corazones de sus hijos, la semilla de la igualdad, de la tolerancia, del respeto y de la esperanza de que este mundo es más bonito si lo pintamos de muchos colores. Entre todos.
PD: Y le mando un enorme beso a una mamá, Cristina, que el otro día me dejó un mensaje en la entrada anterior, y que sin tener nada que ver con este mundo nuestro de la adopción (salvo por un familiar) me llegó al alma cuando me dijo que tras leer estas cosas, buscaba a su hija para abrazarla y decirle cuanto la quería. No tengo correo para decírtelo personalmente, así que lo hago desde aquí. Muchas gracias Cristina. Con todo mi corazón.
Peke, te queremos, con tus preciosos colores.
Mamá y papá

4 comentarios:

Carmi dijo...

No soporto cuando los adultos dicen que los niños son jueces crueles.
Los niños son naturales, y aceptan la diferencia con normalidad absoluta.
Somos los adultos, son los padres mal intencionados, o inconscientes los que adoctrinan, o confunden a los niños.
He tenido niños con necesidades educativas especiales, niños de diferentes etnias... y siempre, SIEMPRE, he aprendido de mis alumnos.
Paciencia, amor, ilusión, amistad, cariño, solidaridad, colaboración...
El miedo a lo "diferente", los discursos fáciles de ciertos políticos... hacen mella.
Pero siempre quedamos todos nosotros y nosotras, bichitos llenos de sentimientos y sensibilidad.
Así que el mundo es amarillo, rojo, violeta, negro, gris, ámbar, rojo pasión.....
Y que viva la interculturalidad!!!!.
Un abrazo.
Carmi

Eva y Elías dijo...

Buenas Shari y Pedro,
Gracias por vuestro comentario en el blog. Esperamos que os resulte ameno. Nosotros os leemos desde hace un tiempo y la verdad es que nos encanta, siempre tan emotivo y positivo, seguid así.
Por cierto nostros os encontramos a traves de Montse y Carlos de Denia, amigos y compañeros de kdds por la zona de Valencia.
Un saludo para ambos desde Valencia.
Eva y Elías.

Manu y Xelo dijo...

Hola corassón,

No sabes lo mucho que me acordaré de ti el día que tenga que llevar a mi peke al colegio por primera vez..... rezaré, rezaré porque la profé que le toque te llegue, al menos, a la suela de los zapatos, con eso ya me daré por satisfecha.

Aunque, como ya te he dicho alguna vez, para mi sería un regalo la posibilidad de que os trasladéis a Elche jejejejejejeje.... qué?? os hace??? jajajajajaj eso, o yo me voy pa Córdoba

Mil besos pressiossaaaaaa!!!!!! Os queremos!!

xelo y manu, deseando volver a veros!!

Carlos y Montse dijo...

Hola Shari me gusta cuando escribes, porque sabes plasmar a la perfeccion todas las cosas, tú haces que las palabras y los sentimientos suenen faciles, aveces me recuerdas a mi hermana pues ella siempre le ve lo positivo a las cosas y tú estas llena de optimismo y positividad, ¿como no vas a tener unos niños en el cole que entiendan a la perfección lo que les explicas? si lo dices con todo el amor y con todo tú corazón.
Me gustaria de todo corazón que mi niña cuando llegara al colegio tuviera una " seño " tan estupenda como tú.
Besos