sábado, 1 de noviembre de 2008

Derecho a una sonrisa


Querida peke del alma:
No hay nada en el mundo comparable a la sonrisa de un niño.
Es una bocanada de aire fresco, es agua clara en el arroyuelo, es música en el silencio, es luz en la oscuridad... y todos los niños del mundo, deberían tener derecho a ella. Derecho a sonreir.
A veces, el mundo, en sus infinitos errores, olvida ese derecho.
Siempre me ha preocupado la infancia. Fue el motor que me impulsó a ser lo que hoy día soy "una seño".
Y desgraciadamente para mí, a veces veo a niños que han sido privados de ese derecho. Y me duele en el alma. Es uno de esos "renglones torcidos de Dios" que diría alguien que conozco... es una tarea pendiente de todos los que pisamos este mundo, es un deber y una obligación que hagamos lo que esté en nuestra mano para que los niños, todos los niños del mundo, puedan sonreir.
He visto niños apagados, a los que ni unas cosquillas, ni una canción, ni un juego arrancan esa sonrisa que tanto bien les haría. Y eso te da que pensar en tu mundo perfecto de adulta, donde todas las necesidades están cubiertas.
¿¿Qué lleva a un niño a no poder esbozar una sonrisa??. En la mayoría de los casos, el dolor de su corazón. Su entorno familiar. Y entonces me vuelvo a rebelar una y otra vez... y discuto con los servicios sociales, con los psicólogos del cole y con el que se me ponga por delante... Porque siempre chocamos con la burocracia...que si hay que dar una oportunidad a la familia, que si no hay pruebas evidentes de nada, que las cosas no se pueden hacer a la ligera... y bla bla bla, una y otra vez... y mientras el tiempo pasa y el niño sigue sin esbozar esa sonrisa.
Luego, un día, cuando te has ganado la confianza de ese niño, cuando por fin un adulto significa para él algo más que el miedo, de repente, una mueca se dibuja en su cara. Al principio no parece ni una sonrisa, pero después, se abre paso con la fuerza de un huracán, y entonces, el mundo se detiene. Por fin, ese niño tiene derecho a esa sonrisa.
Hoy estaba organizando fotos del cole, y me acordado de él. Él ya no está conmigo en mi clase. Por fin, este verano, los servicios sociales decidieron que era hora de dar una oportunidad a ese niño, un futuro, porque todas las oportunidades que le han dado a sus padres fracasaron.
Lo único que lamento es que se le hayan dado tantas oportunidades a los que un día, le trajeron a este mundo, sin su permiso, y hayan tenido que pasar 4 años para que la oportunidad le llegue a él.
Puede que no sea objetiva. Que mi condición de madre adoptiva me haga ver las cosas de otra forma. Pero es un punto en el que no cedo. Lo principal debe ser la seguridad, la estabilidad y el amor en la vida de un niño. Evidentemente, hay casos y casos. Casos en los que una oportunidad salva la vida de una familia que ha cometido un error, todos los cometemos, y que comienzan de nuevo.
Pero hay errores insalvables, casos perdidos a los que no se les puede dilatar tanto, no se merecen esas oportunidades, porque no saben aprovecharlas, y porque lo único que hacen con ellas es reirse en la cara de todos los que se la están dando y borrar de paso esa misma risa de la cara de sus hijos. Y con eso no puedo.
Desde aquí, pequeño, tú sabes lo feliz que me siento porque deseo y espero, que a partir de ahora, tu vida sea mejor. Que tus mañanas, tus tardes y tus noches, estén llenas de risas y de felicidad. Para siempre.
Y ese mismo deseo, vaya para todos los niños del mundo que sufren conflictos, guerras, dolor, miedo, hambre, soledad y abandono. Que un día se cruce en sus vidas una enorme sonrisa, y se quede a vivir para siempre en sus caritas. Entonces el mundo, será un lugar realmente hermoso para vivir.
Querida peke del alma: mientras papá y yo te abrazamos, te cubrimos a besos y construimos la sonrisa de tu carita de luna, sólo deseo que allí donde estés, ya sepas lo que se siente cuando los mofletes de un niño se levantan y escapa un sonido de su boca que huele a brisa fresca y agua clara del arroyuelo...
Te queremos, con toda el alma y en mis sueños, siempre, siempre, te veo sonriendo...

6 comentarios:

mar dijo...

Shari, es triste pero es así. Yo he sido auxiliar admva. en un centro de salud mental infantil durante tres años y he conocido a niños que vivían auténticas pesadillas con sus padres y, a pesar de tener el informe positivo de la psicóloga o la psiquiatra infantil, los servicios sociales opinaban que el niño debía estar con la familia biológica. Eran de esos niños de los que tú hablas, niños que no sonreían. Hasta recuero algún bebé al que ni siquiera cambiaban el pañal en todo el fin de semana.
No siempre es así, por supuesto. Hay padres con problemas puntuales que merecen más oportunides; pero hay niños que merecen unos padres de verdad

Pastor dijo...

¡Ay Shari! Leyendo tus palabras mi mente ha vuelto a ver las caras del orfanato que visitamos en Puerto Príncipe. Unos estaban malitos, otros asustadizos, la mayoría espectantes, y en cuanto Sor Rosa María sacó unos globos del bolso aparecieron esos dientes blancos y relucientes y todo el patio se llenó de la luz que emana de un niño cuando sonrie con toda su cara. Eran unos simples globos, y ni siquiera había para todos. Sin embargo, para esos niños que a duras penas tienen sus tres raciones de comida al día y que no conocen más esperanza que la de ver amanecer un día más, les seguía quedando intacta la capacidad de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida y darle una bofetada al destino en forma de sonrisa.Inluso Kelly con su carita deformada por una terrible inflamación del oído que le producía una parálisis fácil nos regaló su sonrisa.

Desde aquella mañana del 3 de febrero aquellos niños vive en mí, y no puedo ni quiero olvidarlos. Y no los olvido porque sus sonrisas me acmompañan. Pero, ¿y aquellos que no salieron de los cuartos y no sonreían?

Hay tantos príncipes y princesas esperando a que alguien escriba su cuento...

Por ellos y por todas las familias que esperan para estar completas deberíamos sonreir cada mañana al despertar.

Jennifer dijo...

Cuanta razón tienes, porque no es justo que los niños tengan que pagar por los errores que cometemos los adultos, pero es la triste realidad que vivimos.

Hace unos cuatro años, conocí a unas niñas que me íban a visitar a la pasteleria donde trabajaba, tan solo tenían, tres y cinco años, y estaban todo el día en la calle. Pasaban allí mucho tiempo conmigo y les cogí muchísimo cariño, tanto que me encargaba de que cuando yo me fuera, las mandaba para casa, las llevaba a la playa,..... Un día la madre no les abrió la puerta y estuvieron conmigo hasta las doce y media de la noche, en fin que me informé y resulta que las visitaba una asistenta social, pero vamos no sé para qué, porque esas pobres niñas eran nñas con una mirada de adulto y sin sonrisa en la cara. Desgraciadamente no puedo decir lo que tu hoy día, porque sé que aún siguen en la calle y con más hermanos pequeños en la misma situación. Así que desde aquí yo también deseo que no exista un niño sin sonrisa.

Lo siento por el rollo, pero me has recordado a mis pequeñas Rocío e Irenita.

Besos, Jennifer

Carmen dijo...

hola guapa, hoy me has vuelto hacer llorar,yo cada noche pido a Dios que haga algo por ellos que los ayude que son nuestro futuro y que debemos criarlos con cariño y amor, no se si te has pasado por mi blog, pero si lo haces leeras que el chico con el que estoy tiene una niña de cinco años, la verdad la peque no sonrie mucho pero cuando lo hace se te agranda el corazón, yo lo paso muy mal por ella, porque nosotros la separación lo vemos ya hoy en día como algo normal, pero ellos....s peques....pues no, no lo ven asi y a ella se le nota, yo intento hacerlo lo mejor que puedo y espero hacerlo bien, un beso.

Laura García dijo...

Entro aqui después de varios meses y apesar de lo duro de la situación haces que me alegre de que queden personas como tu en este mundo. Siempre me haces reflexionar.
Desde luego en España, como en muchos otros sitios supongo, los asistentes sociales no tienen bien claro o no tienen poder para hacer lo que toca.
Conozco a niños practicamente abandonados por sus padres, algunos por que sus padres no quieren otros porque no pueden.
Pero no esta bien...

1beso lleno de mariquitas

Laura

Tus Papás dijo...

Hola Shari,
Por desgracia ésto ocurre.
Como siempre tus palabras tienen mucho de verdad.
Saludos