viernes, 6 de julio de 2007

Aviones de Esperanza

Querdia peque:

Acaban de llegar las últimas asignaciones, esos sobres que no se por qué yo me imagino de color naranja, volando dentro de un avión, pero volando, que es como se desplazan los sueños. Me imagino también que los operarios que se encargan de subir y bajar de los aviones este tipo de documentos, no son conscientes de lo que al otro lado del mundo esto puede significar. Igual no saben que llevan en sus manos la esperanza de unos padres y el futuro de una familia.

Pero a veces me imagino que si lo saben, y que los llevan abrazados como a un tesoro, y los cuidan,y los miman, no como a las maletas, que todos sabemos que "vuelan" nunca mejor dicho a las bodegas de los aviones.

No sé, quizás cuando ese avión viene volando a España, los pasajeros que tranquilamente vuelven de sus vacaciones, o de sus negocios o de visitar a la familia, no saben que llevan al avión "embarazado de ilusión" y que dentro de él, en algún lugar, están las caritas redondas que tantas familias estamos deseando de ver... Así es la vida, la ilusión viaja en avión, mientras transcurre con normalidad a pocos metros la vida en sí misma.

Pero en fín, que en estos días estoy muy contentas. Estamos a penas a una semana de cumplir 8 meses de registro. Unos 240 días menos sin tí, cariño. Y en principio parece que este mes la cosa ha mejorado un chispitín. Sólo han asignado una semana, pero como las esperanzas eran de menos días, pues bienvenidos sean. Además, el CCAA ha terminado de revisar el mes de Mayo, cuando hace apenas unas semanas terminaron con Abril, nosotros como somos de noviembre aún nos queda mucho por delante, pero cada pasito que dan, es un avance y un acercamiento a tí.

Que me alegro infinitamente por todos los papás que han llegado al final de su sueño, y que yo sueño (valga la redundancia) con el día que ese avión de ilusiones traiga tu carita metida en un paquete, en una valija diplomática, en un sobre naranja o de cualquier otro color. Sólo de pensarlo me emociono. Pues no quiero ni imaginar el momento de ese encuentro en la distancia, en el que me enamore de unos ojitos y una carita de la que ya estoy enamorada dentro de mi corazón. De poder ponerle cara a los sueños.

Y si ese día no soy capaz de imaginarlo, pues ni te cuento cuando llegue el momento del encuentro. Aunque en ese, ya estarás tú. Y ya no serán elucubraciones mías, desvaríos de una madre que frente a la pantalla de un ordenador dice todo lo que lleva dentro, porque a veces es necesario sacarlo para que no se oxiden los sentimientos, para que retomen "aire fresco" y sea capaz de volverlos a llevar dentro de mí otro montón de meses con esperanza.

Me quedo hoy con la imagen en mi cabeza de esos aviones de ilusiones. ¿Sabrá el piloto lo que lleva con él? Deberían estar pintados de rojo, como el hilo, porque son el último nudo antes de que por fín nos encontremos a ambos lados, o de verde, porque llevan dentro toda la esperanza del mundo.

Cuando vuelva a montar en avión, no podré verlos igual, a partir de ahora para mí, los aviones tienen otro sentido. Son mensajeros, emisarios de hierro con corazón. Que vuelen rápido y traigan muchísimas buenas noticias.

Te queremos peque:

Papá y mamá