miércoles, 22 de agosto de 2007

Bienvenido al mundo Rafa!!

Querid@ peke:

Hace apenas unas horas que tu primo Rafa está en el mundo. Es una preciosidad. Sus 4 kilos y cuarto así lo confirman. Anoche observábamos su carita redonda, sus rodillas, sus manazas (con ese padre... ¿que esperaban, un pitufo?) y sobre todo observábamos su llegada a la vida. Rodeado de toda su familia, del cariño de amigos y conocidos. Las plantas de maternidad de los hospitales son la puerta de la vida. Vas atravesando los pasillos y se oyen esos pequeños "maullidos", esos abrazos, esos besos, esas familias que arropan al nuevo miembro, que no permiten que le de una mala ráfaga del aire acondicionado, que le protegen de los gritos eufóricos de las abuelas desatadas de cariño, que le acunan desde el primer minuto...

Y esa es mi única pena. El día que tu llegues a este mundo, yo no estaré allí para poder darte todo eso. Ni tu padre. No habrá festejos, ni llantos de alegría. Probablemente estará la "pena negra", como diría Lorca, tanto por parte de quién deberá dejarte, como por la de los que hemos de recibirte. Dos mundos se unirán en un segundo compartiendo ese dolor, el de dejar a un hijo y el de no poder recibirlo en ese mismo instante. A veces se me pone un nudo cuando estas ideas me vienen a la cabeza. Sobre todo cuando nace un bebé. ¡Qué mas quisiera yo que estar a tu lado en esos momentos!, y arrullarte, y envolverte de amor, y achucharte contra mi corazón, y comerte a besos, y decirte muy bajito lo muchísimo que te quiero...

Pero me tengo que conformar con soñar. Para no hacerme daño. Sueño que quién te traiga a la vida busque un lugar precioso para dejarte. Sueño con un parque frondoso, verde, cuajado de flores, embriagado de ese perfume que sólo el viento puede mecer. Sueño que hay un pequeño lago, donde nadan felices pececillos de colores, donde los nenúfares se balancean con las ondas del agua. Sueño que unos brazos te dejan dormidit@ en un capazo, arropada, con el acompañamiento de todas las oraciones del mundo para que te protegan y te cuiden. Sueño que alguien se esconde detrás de un árbol para comprobar que alguien te encuentra san@ y salv@. Sueño porque necesito hacerlo, que tus primeras horas de vida sean así. La otra realidad me cuesta asumirla. No quiero a veces ni pensar en ella.

Y aún así, según se acerca el momento, según pasan los días, ese momento me aturde y me desconsuela. Te prometo, porque ya lo hice hace tiempo, en cuanto pusiste tu huella en mi corazón), que te vamos a compensar en toneladas de amor, en kilos de cariño, en millones de cosquillas, en montones de abrazos, en billones de besos... Compensaremos tu llegada al mundo cariño, lo haremos. Yo no estaré allí en cuerpo, pero lo estaré con toda mi alma. Se que las estrellas cuidarán de tí hasta el día en que yo pueda acurrucarte en mi pecho. Se que cada noche que pasemos separad@s un lucero se descolgará del cielo para estar en la cabecera de tu cuna. Iluminará tus sueños la misma luna redonda a la que yo se lo pido cada noche. Te dará calor el sol que yo veo salir cada mañana por mi ventana. Te mecerá la misma brisa de primavera que yo siento al caminar, y en tus sueños, te enviaré una lluvia de besos para que despiertes con una sonrisa. Así estaremos unidas en la distancia, hasta que llegue ese día.

Mientras, le damos la bienvenida a Rafa a esta vida, que también será la tuya. Donde un día en un paritorio diferente, en un pasillo improvisado de hospital llamado estación de tren, su familia, que es la tuya, también te estará esperando. Las abuelas también gritarán de alegría. Los amigos también se emocionarán al verte. Y repetiremos los mismos momentos en un lugar y espacio diferente. El AMOR, cariño mío, lo puede todo, TOOODO.

Y para Rafa, y para tí cariño mío, esta nana que mi madre me cantaba a mí, y que yo te cantaré a tí muy pronto...