viernes, 1 de febrero de 2008

Mamá

Querida peke del alma:

Permíteme hoy, que le dedique esta carta, a tu abuela Luisa, que es mi madre. Hoy cumple 75 años, y como una rosa, y así tiene que seguir, porque un día, ya no tan lejano, se que estará emocionada, ilusionada y llena de amor para tí, esperando que subamos las escaleras de ese AVE en la estación de Córdoba, para decirte muy bajito al ido, lo mucho que te quiere y que te ha esperado, tanto como nosotros, porque para ella, ya eres su niña, su Lucía, su nieta...

Y te lo cuento a tí, porque quiero que sepas lo maravillosa que es, y la suerte que tenemos, yo como hija, y tú como nieta, en tenerla a nuestro lado. Lo que pasa es que muchas de estas cosas no se las puedo decir a ella. Se emociona demasiado, llora, el sentimiento la embarga y a veces le puede, yo prefiero verla sonreir, por eso, aunque quisiera decirle muchísimas cosas más, y cuanto la comprendo ahora que me pongo en su piel, hoy te lo cuento a tí, como un secreto, peke del alma.

Esta mañana la he llamado desde la clase, con mis niños de 3 años, que le han dicho con todo su cariño felicidades, todos querían hablar, cantarle (esa Sete, cantando María de la O...), y yo se que le ha hecho muchísima ilusión. Hubiese sido una magnífica maestra, ella me transmitió el amor por los niños pequeños, ella tiene ese don en el que todos los bebés le sonríen, en el que sin conocerla se duermen en sus brazos confiados y tranquilos, ella sabe convencerles sin dar gritos, ni órdenes... Ella me ha contado cuentos que ni la imaginación alcanza a imaginar, ella me ha enseñado que la vida merece la pena vivirla con sus risas y sus llantos porque es vida y nada más, ella me enseñó a contar estrellas, a ver dibujos en las nubes, a sentir el sol que me calienta y agradecer todo lo que tengo...

Ella sabe que vale más un beso que todo el oro del mundo, ella mira con sus transparentes ojos azules y el día es más luminoso, ella me sigue consolando desde el otro lado del teléfono con sus palabras y su sentimiento, ella me dice que tenga paciencia y es un gran ejemplo, porque supo esperar por nosotros, por tu tía Mª Luisa, por tu tío Francisco Antonio que es mi lucero del alba y su gran pena como madre, porque igual que vino, el cielo se lo robó como estrella del amanecer, y por mí, querida peke del alma. Y sigue esperando, porque ahora espera por tí, conmigo, con nosotros. Sueña con hacerte mil vestiditos con sus lazos, en llevarte a pasear, en cantarte (y lo hace maravillosamente bien) nanas bajitas para que te duermas. Sueña en llevarte a la playa y verte en la arena, sueña, como nosotros lo hacemos contigo, y se atreve a lo que yo no me atrevo, a parar a esos padres que encuentra por la calle de la mano de una niña china, para decirles llena de orgullo, que su nieta que está de camino, también es china, y que es la niña de su corazón.

Hoy cumple 75 años, yo no tengo con qué agradecerle todo lo que le debo, no se ni puedo hacerlo, aunque lo intento día a día en miles de pequeñas cosas...

Hoy me hace inmensamente feliz, saber que soy la hija de una mujer de aspecto frágil, pero fuerte como una montaña, segura, independiente, dulce, cariñosa, encantadora, segura, firme, discreta, entregada, sensible y absolutamente maravillosa. Y miles de cosas más. Esa eres tú, MAMÁ, esa es tu abuela, peke.

Y como le encantan los boleros y las canciones, hoy, en el día de su cumple, yo con todo mi cariño, le dedico esta canción...

Te quiero mamá, te queremos peke del alma, ella y nosotros, y ojalá yo sepa hacerlo contigo la milésima parte de bien de como tu abuela lo ha hecho conmigo. Con eso me bastará.